Todos en algún momento, hemos dicho una mentira, bien para eludir
responsabilidades o para tratar de evitar una situación incómoda o un conflicto
innecesario.
Los que dicen mentiras a diario, son
mitómanos
Mentiras
Según la RAE, la mentira es una “expresión o manifestación
contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa”. Es utilizada por las personas
para fingir, engañar, aparentar, persuadir o evitar situaciones.
San Agustín distingue entre las mentiras: las que hacen daño y no
ayudan a nadie; las que hacen daño y sí ayudan a alguien; las que
surgen por el mero placer de mentir; las dichas para complacer a los
demás en un discurso; las que no hacen daño y ayudan a alguien; las que no hacen daño y pueden salvar la vida de alguien, y las que no
hacen daño y protegen la "pureza" de alguien.
El Mitómano
Mitomanía, mentira patológica o pseudología fantástica son tres de los varios términos aplicados por los psiquiatras para nombrar el comportamiento de los mentirosos compulsivos o habituales.
Fue descrita por primera vez en 1898 por Anton Delbrück y se define como una invención inconsciente y demostrable de acontecimientos muy poco probables y fácilmente refutables.
Un estudio encontró una prevalencia de casi 1 de cada 1000 menores de
edad y 1 de cada 10 en la etapa adulta. Afecta igual a hombres y mujeres.
Cómo detectar a un mentiroso?
1- No te mira a los ojos. Evitar un contacto visual directo alivia la
culpa.
2- El cuerpo nunca miente. La mentira va acompañada de gestos dubitativos o
que transmiten todo lo contrario.
3-Orden cronológico. Si te están contando una historia en estricto
orden cronológico empieza a sospechar, puede que no sea una historia increíble
sino simplemente sea mentira
4-Usa preguntas abiertas. Esto obliga al mentiroso a ampliar su historia
hasta que se ve atrapado en su propia red de engaños.
5- Demasiadas palabras. El mentiroso da muchos giros a su historia y
utiliza palabras complicadas con frases de manera muy impersonal, incluso evita
mencionarse a sí mismo en primera persona.
Mentiras en Cine y TV
“Mentiras” (México, 1986), directores: Abel Salazar y
Alberto Mariscal ; “Secretos y Mentiras”(Reino Unido,
1996), director: Mike Leigh; “Mentiroso
compulsivo” (USA, 1997),
director: Tom Shadyac; “Mentiras piadosas” (Argentina, 2008),
director: Diego Sabanés;“ Lie to
Me”( USA, 2009)(Serie TV),
directores: Samuel Baum ,Adam Davidson, Clark Johnson, Eric Laneuville y Robert
Schwentke; “ Big Little Lies” (Serie
TV )(USA, 2017), directores: Jean-Marc Vallée y Andrea Arnold y “ Lies For Rent “(USA, 2020), director: Monika Lynn Wesley
Para saber
Todos asociamos mentir con Pinocho. Las dos regiones de la cara claves para medir el “efecto Pinocho” son la punta de la nariz y la frente. "Cuando mentimos, la temperatura de la punta de la nariz desciende entre 0.6 y 1.2 grados, mientras que la de la frente sube entre 0.6 y 1.5 grados”, cuanto mayor sea la diferencia de cambio de temperatura entre ambas regiones de la cara, más probable es que esa persona esté mintiendo.
La razón de este fenómeno es bien sencilla. Cuando alguien miente, se produce una respuesta emocional en su cuerpo, la ansiedad, que se manifiesta en la temperatura de la nariz.
También se produce una respuesta cognitiva, porque para mentir tenemos que pensar, planificar nuestras excusas, analizar el contexto y esto nos provoca una carga cognitiva o una fuerte demanda de control atencional que se traduce en un aumento en la temperatura de la frente.
Para mentir hay que pensar, y por eso aumenta la temperatura de la frente, pero también nos ponemos nerviosos, algo que provoca un descenso de la temperatura de la nariz.
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