El que vive en la ciudad está acostumbrado a escuchar el ruido del tráfico,
el vuelo de un avión, la campana del camión de la basura y un martillo
neumático en el arreglo de calles, entre otros.
Sonidos capaces de ocasionar hipertensión arterial, impactos
cardiovasculares y pérdida de capacidad auditiva, entre otros
malestares.
Sonido
El sonido humanamente audible (entre 20 y 20 000 hercios)
consiste en ondas sonoras y ondas acústicas que se producen cuando las
oscilaciones de la presión del aire, son convertidas en ondas mecánicas en el
oído humano y percibidas por el cerebro.
La
transmisión de sonido
requiere la existencia de un medio material donde la vibración de las moléculas
es percibida como una onda sonora. En la propagación en medios compresibles
como el aire, la propagación implica que en algunas zonas las moléculas de
aire, al vibrar se juntan y en otras zonas se alejan , esta alteración de distancias entre las moléculas de
aire es lo que produce el sonido.
Sonidos de la Ciudad
En la ciudad se escuchan sonidos excesivos y molestos debido a las actividades humanas como el tráfico y las bocinas, las industrias, música alta en locales de ocio, altavoces y otros que producen efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de los seres vivos.
Si expone sus oídos a demasiado ruido podría padecer pérdidas de audición,
los síntomas son, entre otros, sonidos distorsionados o apagados, e incluso
dificultad de comprensión del habla.
Dentro de las casas predomina el sonido de los equipos electrodomésticos, mientras que los insomnes pueden oír el tic tac del reloj de madrugada o el goteo de una pila con desperfecto.
Sonidos de la Naturaleza
A medida que nos alejamos del centro de la ciudad, escuchamos nuevos sonidos como el agua que fluye en un rio, el viento, el zumbido de una abeja, ranas, grillos y pájaros, un gallo cantando, las olas del mar al romper en la orilla y el sonido del fuego cuando la leña arde.
Escuchar sonidos agradables o los que nos traen buenos recuerdos nos ayuda a calmar los nervios, y nos proporciona paz y serenidad. Según un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, escuchar un sonido o música agradable durante 30 minutos diarios contribuye a fortalecer nuestro corazón.
Beneficios de escuchar Sonidos agradables
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Ayuda a reducir la sensación de angustia frente al dolor crónico, una hospitalización o postoperatorio.
- Puede aliviar la depresión y aumentar la autoestima en adultos mayores.
- Reduce el agotamiento, la angustia y mejora el estado de ánimo.
- Incrementa la capacidad de concentración, aprendizaje y memoria, especialmente útil en la etapa estudiantil.
Para saber
La Fonoteca Nacional de México resguarda más de 600 mil soportes sonoros, entre voces, paisaje sonoro, radio, arte sonoro y música, que suman alrededor de 124, 914 horas de sonido digitalizado
Es el único acervo de este tipo en América Latina. Su objetivo es salvaguardar el patrimonio sonoro del país y propiciar su acceso al público.
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