El coronavirus ha cambiado nuestros hábitos, costumbres y forma de ver la
vida. Somos más cautelosos al tomar decisiones
y nos cuidamos más.
El regreso a la normalidad nos permitirá reunirnos con familiares y amigos,
ir al trabajo y salir a divertirnos. Muchos negocios se reinventan
para recibir clientes, surgen propuestas, entre ellas, el regreso de los
autocines.
Autocines
El autocine, autocinema,
cine drive-in o cine-car, permite ver
películas desde la privacidad y comodidad de un automóvil. Consiste en una gran pantalla al aire libre, un
proyector de cine, un bar cafetería y una gran área de estacionamiento para
autos.
Los primeros intentos de esta
opción de ver cine tuvieron lugar en Nuevo México (1915) y Texas (1921)
hasta que el magnate Richard M. Hollingshead, Jr, fabricante de automóviles,
redondeó la idea de lo que debía ser un autocine obteniendo la patente 1909537
el 16 de mayo de 1933.
El 6 de junio inauguró en Camdem, New
Jersey, el primer autocine de la historia donde se cobraba 25 centavos por
persona y 25 centavos por vehículo.
El autocine fue una excelente solución para
familias numerosas que no podían comprar las entradas para el cine,
convirtiéndose además en un punto de atracción para las jóvenes parejas de
enamorados donde encontraban intimidad.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento de la población y la industria
del automóvil incrementaron su popularidad llegando a la cifra de 4000 autocines en
Estados Unidos a principios de los 60. También
empezarían a expandirse a Canadá y Latinoamérica. En Europa, los primeros se
montaron alrededor de las bases militares extranjeras estadounidenses.
Actualmente operan casi 300 autocines
a nivel mundial, la mayoría en Estados Unidos y unos cuantos en
Australia, Alemania, Italia, Inglaterra,
España, Irlanda, México y Argentina.
Autocines en Cuba
Las fuertes relaciones entre
Estados Unidos y Cuba propiciaban que todo invento llegara rápidamente a la
Isla. Después de introducir el autocine en Canadá, este llegó a Cuba.
Se construyeron tres en La Habana. El de la Carretera de Vento se
inauguró en diciembre de 1955 con capacidad para 800 vehículos, el Novia del
Mediodía en Arroyo Arenas y el de la Playa Tarará, ambos con capacidad para 500
automóviles cada uno.
El Novia del Mediodía funcionó hasta la década del 70.
Autocines en México
El Autocinema Lomas fue el
primero en abrir sus puertas el 2 mayo de 1950. La entrada costaba 8 pesos por
pareja, por cada adulto mas se pagaba 2 pesos y un peso por niño.
De comida
ofrecían filete, pollo a la parrilla, empanadas, mariscos, helados y pasteles.
Luego surgieron los autocinemas
Lindavista, Del Valle y el Satélite, siendo este último uno de los que más
mantuvo sus actividades, desde su inauguración en 1959 y hasta su cierre en la
década de los noventa.
El costo de entrada de estos era más barato
Con el desarrollo y los avances tecnológicos, este negocio solo sobrevive en algunas
ciudades de México como el Méliès Autocinema en Tijuana, Baja California y el
Autocinema Cocodrilo en San Andrés Cholula, Puebla
En 2011 se inauguró el Autocinema
Coyote en Ciudad de México, el cual tiene actualmente dos sedes
en la metrópoli: en Insurgentes Sur y en Polanco.
La cartelera se elige a través de la opinión del público mediante la
página web y redes sociales.
Autocinemas en Guadalajara
La ciudad tapatía también tuvo autocines en los años 50
que luego desaparecieron. En octubre
2014 abre sus puertas al público el
Méliès Autocinema ubicado en Avenida Ramón Corona 2415 (frente el Tec. de
Monterrey). Abierto de jueves a domingo, cuenta con servicio de cafetería,
crepería y dulcería y espacio para mascotas.
En 2015 abre el Autocinema Movieland en Tonalá,
que duró muy poco tiempo.
El 17 de junio del 2016 comienza en Puerto Vallarta el Autocinema Route 45.
El 17 de junio del 2016 comienza en Puerto Vallarta el Autocinema Route 45.
El 21 de mayo 2020 se inaugura el Autocinema Explanada, en la Avenida López Mateos con tres tipos de película: Cintas ya
clásicas, novedades comerciales y cine de arte.
Beneficios del Autocine
- Apenas
hay contacto entre los clientes y los trabajadores, porque cada espectador se
encuentra aislado en su vehículo.
- No hay extraños que hagan ruido o muevan
las bancas como sucede en el cine.
- Pantalla gigante y sonido
regulable por el cliente.
- Excelente para los amantes de películas
clásicas que ya no se encuentran en la cartelera comercial.
- Recordar momentos de la niñez y juventud.
- Disfrutar de
la experiencia del autocinema si asiste por primera vez.
Para saber
Uno de los motivos por los que Richard M. Hollingshead creó
el primer autocine fue debido a la
obesidad extrema de su madre, la cual no podía acudir a una sala de cine debido
a que no cabía en las butacas.
Con su nueva idea, su madre, al igual que otras muchas personas
orondas podían disfrutar de una actividad tan usual en nuestra época como ir al
cine.
En tiempos de coronavirus el
autocine puede cumplir otras funciones.
Según un artículo de la BCC Mundo de
mayo 2020, en Dusseldorf, Alemania, tres parejas contrajeron
matrimonio en un autocine, mientras sus invitados los acompañaban desde sus
automóviles. Las bodas fueron oficiadas sobre una tarima con flores por el
alcalde de Dusseldorf, que estaba separado de cada pareja por una ventana
plástica. Fue curioso oír decir: "Si alguno de los presentes se opone al
matrimonio de esta pareja que suene su bocina ahora o la calle para
siempre"
También el autocine puede ser un espacio apropiado para conciertos al aire
libre.
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