lunes, 27 de junio de 2011

Bajar de peso: Un reto para los mexicanos...

Las estadísticas internacionales ubican a la población de México entre las más obesas del mundo, según un estudio de la  Organización Mundial de la Salud en 2010,  el país ocupa el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en obesidad adulta. 7 de cada diez mexicanos padecen de obesidad.
Las mujeres han acumulado más peso que los hombres, niños y adolescentes, esto obedece a que las que trabajan en oficinas están  sentadas  la mayor parte de la jornada laboral mientras que los hombres gastan más energía sobre todo si son obreros o campesinos.  Además  los  psicólogos indican   que las mujeres están cada vez más agobiadas con dobles o triples jornadas de trabajo y comen por ansiedad y depresión.
Es común  ver  a muchas mujeres que comen todo tipo de chocolates,  pasteles o quesadillas,   sin tener hambre en realidad, pero tratando de llenar un vacío emocional para calmar la ansiedad.  A esto hay que agregar  el sufrimiento por actitudes negativas de quienes las rodean, muchos piensan que la persona gorda y obesa es "floja, fea, poco atractiva y carece de autocontrol", lo que conduce a un incremento de los problemas psicológicos, como angustia y baja autoestima, entre las personas con exceso de peso.

Qué opinan los nutriólogos?
Los nutriólogos consideran que el incremento en las tasas de obesidad se debe a que la población en general consume alimentos con alto contenido en grasas y azúcares y a la disminución de la actividad física. Especialistas  de diferentes entidades detectaron que a partir de 1999 los kilos de más comenzaron a acumularse en una cuarta parte de los mexicanos. 
La mayor parte de la población dejó de comer en sus casas con  un horario establecido y dieta variada,  comenzó a comprar comida procesada en la calle, la actividad física se redujo drásticamente y  se observó una disminución en el consumo de frutas, verduras, leche y carne.
Los cambios en los patrones de recreación, transporte y trabajo han ido limitando la actividad física, especialmente en los adolescentes.
Es común observar en las calles la venta de tamales, tacos y otros platillos   casi en cada esquina. Hay puestos afuera de los centros de trabajo, escuelas,  hospitales, en todos los lugares. Y si a eso le añadimos que hay mayor número de cadenas restauranteras de comida rápida, podemos afirmar que cada vez son más grandes las cantidades  de alimentos que comemos, especialmente cuando se trata de comidas rápidas o productos procesados, y esto significa más calorías. De hecho a nivel nacional, dos de cada tres personas mayores de 20 años, tienen algún grado de sobrepeso lo que se traduce en efectos metabólicos adversos en la presión arterial, los niveles de glucosa, el colesterol y los triglicéridos e incrementan el riesgo de enfermedades cardiacas, accidente cerebro vascular, diabetes  y de algunos tipos de cáncer.

Productos milagro
 
En los últimos años han aparecido en el mercado los productos milagro que no son más que una serie de productos, sustancias o métodos que se anuncian en los medios de comunicación prometiendo recuperar la salud y  principalmente, bajar de peso. Se definen como milagrosos debido a que salen a la venta sin haberse sometido a ensayos clínicos ni controles y suponen en algunos casos un fraude para los consumidores.
Suelen acompañarse de abusivas campañas publicitarias con mensajes engañosos, especialmente en radio, revistas y televisión por cable. Generan una falsa esperanza de alcanzar el bienestar sin obtener ningún resultado y algunos pueden producir efectos negativos en la salud.
La Asociación Nacional de Farmacias de México (ANAFARMEX) anunció que retirará de sus anaqueles y exhibidores 250 productos y cosméticos engañosos conocidos como "milagro", para ser congruente en el cuidado y la protección de la salud.
También se ha alertado sobre la publicidad engañosa que existe de las pulseras “Perfect Balance”, ya que no han probado el  mejoramiento de salud que prometen a los consumidores.

Como cambiar todo esto?
En cada persona está modificar hábitos y costumbres nocivos para la salud y luchar contra la obesidad, por ejemplo, si no hay tiempo para comer en casa, al menos las porciones de lo que se come en la calle sean menores y para lograr eso se deben ingerir cuatro o cinco porciones de alimentos en el día en el que se incluyan frutas y verduras.
Si se va a tomar refresco,  que sea de preferencia light. Que se sustituya la botella de litro o dos litros  por una lata al día. Y si se consume esa cantidad que por lo menos se beba la misma proporción de agua. Pero además, si no hay  tiempo para ejercitarse, por lo menos caminar y subir  escaleras todo el tiempo que se pueda.
En recientes estudios en la Escuela de Salud Pública de Harvard se encontró que la gente que incrementa su consumo de alimentos ricos en fibra, como almendras, nueces, pistaches, manís y otros frutos secos de cáscara dura, fruta, yogur y vegetales, realmente baja de peso.
Al comer frutos de cáscara dura y tomar yogur la sensación de satisfacción dura más tiempo. Pero el producto que parece provocar la mayor pérdida de peso, dicen, es el yogur.
El Estado ha comenzado a tomar medidas para disminuir la obesidad en la población mexicana.
A  finales de 2010, el Senado de México aprobó en su totalidad las reformas a leyes federales conocidas como Ley Antiobesidad, que buscan combatir la obesidad infantil a través de medidas como prohibir alimentos y bebidas poco nutritivos con alto contenido de grasas, sales y azúcares, conocidos como alimentos chatarra en las escuelas  y por el contrario, promover que los alumnos realicen ejercicio a diario y se alimenten sanamente. También se definieron multas para las escuelas que violen estas disposiciones.
En Guadalajara se estiman 56 mil 100 niños con sobrepeso y obesidad (una tercera parte de los infantes entre cinco y 11 años).
Si todos y cada uno de nosotros ponemos nuestro granito de arena para mejorar nuestra alimentación y la de nuestros hijos, ya estaremos en el proceso de disminuir ese índice tan alto de obesidad en México.
Manos a la obra!

Una propuesta:
Desayuno Tropical
Ingredientes:
2 tazas de hojuelas de maíz
2 mangos pelados y cortados en cubos
2 tazas de papaya cortada en cubos
2 kiwis pelados y cortados en rebanadas
4 cucharadas de miel
2 tazas de leche baja en grasa
Preparación:
Mezcla en un recipiente hondo ½ taza de las hojuelas de maíz, medio mango, media taza de papaya y medio kiwi. Vierte sobre cada plato una cucharada de miel y agrega media taza de la leche baja en grasa. Listo para servir.
Rinde para 4 porciones
Información nutricional por porción
281 calorías
6 gramos de proteína
64 gramos de carbohidratos
2.2 gramos de grasa
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1 comentario:

  1. Es cierto que las costumbres a la hora de comer cambian, cuando yo vine a vivir para acá apenas la gente sabía lo que era un perrito caliente, eso era cosa de "guiris", ahora hay fast food en todas partes, y la gente apenas come fruta ni verduras. Ahora lo que ha hecho el gobierno es prohibir la venta de dulces industriales en los colegios.

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