Al cerrarse el Panteón de Belén, abre el Panteón de Mezquitan, el 2 de noviembre de 1896. Tiene ese nombre porque fue construido donde estuvo la Garita de Mezquitan. Abarca una superficie de aproximadamente 25 000 hectareas.
Se mantiene activo hoy en dia.
Su reja de entrada es de barrotes con pequeñas figuras de calaveras con huesos cruzados. En su interior hay 4 panteones bien delimitados: el panteón Alemán que es el más suntuoso de todos, el panteón Francés, el panteón Norteamericano y el panteón Mexicano.
Originalmente fue habilitado en una gran extensión de terreno que, producto de la modernidad y la construcción de una importante avenida, ahora se encuentra dividida en dos áreas, una frente a la otra.
La parte más antigua, tiene a su entrada un plano del lugar donde aparecen los 4 panteones.
Pude visitar la primera tumba allí construida a un alemán muerto en una pelea en una fiesta en Chapala , Hans Jaacks (29 de julio de 1861-31 de octubre de 1896).
Se conserva muy bien cuidada.
La parte más nueva tiene sus calles bordeadas con filas de cipreses que las hacen muy originales. Hay cientos de tumbas y monumentos, observe abandono en muchas de ellas.
En el edificio de la administración hay una antigua campana que indica al personal de servicio en que parte del panteón se efectuara la inhumación, según los redobles de esa campana.
En las afueras del panteón, muy cerca, hay decenas de florerías donde se pueden comprar al momento tanto coronas artísticamente manufacturadas de variadas flores como bellos adornos florales para los mas disimiles eventos.
Entre sus leyendas está La enlutadita de Mezquitan.
Además del panteón de Mezquitan, también existen en la ciudad otros panteones del gobierno: Jardín, San Andrés, Tetlán y Huentitán
En los panteones privados ofrecen todos los servicios funerarios desde los tradicionales hasta la cremación. Algunos muy bonitos, llenos de estatuas, césped verde y flores. En muchos de estos, como por ejemplo, en el Panteón Recinto de la Paz, se entierra al familiar según la costumbre de los cementerios norteamericanos, a ras del suelo.
En el Panteón Colonias, encontré un monumento funerario espectacular, en forma de mezquita, tiene toda su cúpula hecha con láminas de oro.
Fue construido por un acaudalado comerciante musulmán radicado en la ciudad, hoy pertenece a otra familia.
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