Guadalajara tiene una característica especial, posee muchas plazas,no solo en el Centro Histórico, sino además, por toda la ciudad.
Visitamos la Plaza de los Fundadores que tiene un magnifico mural en bronce repujado que representa a los fundadores de Guadalajara (Cristóbal de Oñate, Doña Beatriz Hernández y los grupos de Españoles que ayudaron a la Colonización: andaluces, castellanos y vizcaínos) estos hechos ocurrieron el 14 de febrero de 1542, siendo el cuarto y definitivo sitio donde se estableció la ciudad.
Al continuar, llegamos a la Plaza Tapatía, famoso boulevard de la ciudad donde se conjugan lo moderno y lo antiguo tanto en tiendas y restaurants como en esculturas. Me sorprende el nombre de una calle lateral que sale a esta plaza: Callejón del Diablo
En su esquina hay una casa de estilo neo gallega que data de 1589, ahora convertida en Oficinas de Turismo del Estado de Jalisco. En ella radicaban las oficinas de la Santa Inquisición durante la colonia, en la actualidad sede de un pequeño tianguis de collares, pulseras y accesorios. El callejón sobre el que se encuentra se conoce como Rincón del Diablo por las leyendas a que se dio lugar en la época de la colonia; como la del Adultero Endemoniado que fue colgado aquí, o la del grupo de borrachines que lo frecuentaban y que fueron espantados una noche por el mismísimo diablo en persona y sobre todo por las misas negras que según se dice aquí se efectuaban. Frente a este lugar está la fuente de los niños meones. Seguimos avanzando y aparece la réplica del escudo de la ciudad.
Monumento a Quetzalcóatl
Monumento a Quetzalcóatl


De momento, se oye a lo lejos las campanadas de una iglesia, fue sublime, estas ahí, frente al monumento y su fuente, rodeada de paseantes apurados que se dirigen a múltiples gestiones y escuchas ese llamado a la vida y a lo mejor del ser humano…
Centro Joyero
Justo frente al monumento, se yergue el Centro Joyero, fuertemente custodiado por guardias con armas largas y muy visitado por turistas y personas de todas partes de México en la búsqueda de finas joyas de plata, metal que abunda en esta parte del país. En él hay decenas de vidrieras bellamente adornadas con cadenas, collares, aretes, pulsos y anillos de múltiples diseños y formas. Aunque predominan los hechos en plata, también los hay en oro de diferentes quilates.
En una de las paredes, por fuera del Centro joyero, nos esperaba al salir, una sorpresa: Justo a las 3 de la tarde, sube una cortina de hierro y se puede observar un carrillón instalado ahí en homenaje a los trabajadores del arte de la joyería. Al rotar, se ven mesas con artífices joyeros trabajando en ellas. Este movimiento va acompañado de la música del carrillón.
Rápido! hay que tomar una foto!
Este espectáculo solo dura breves minutos y sucede solo una vez al día
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México es un país fascinante. Tan grande y tan variado que en mi par de visitas apenas he podido aprehender más qu un poco de su espléndida cultura.
ResponderEliminarEn una semana vuelvo para allá, pero es por trabajo, así que no me hago ilusiones de ver mucho.
Espero que sigas descubriéndonos esta tierra tan bonita en futuras entregas.
Hola Tawaki!
ResponderEliminarBienvenido a Mexico y al blog!
Espero cumplir sus expectativas...
saludos
Adligmary
Vaya, qué interesante!!!
ResponderEliminarSiempre hay algo nuevo que aprender...eso del Callejón del Diablo... tremendas prácticas y cosas que se hacían por el centro de Guadalajara en otros tiempos!!!
Esa última foto está estelar, en el preciso momento en que salen los muñequitos músicos del centro joyero!!!
Muy buena panorámica del centro de Guadalajara...