martes, 4 de enero de 2011

Viajar es un placer caro pero, a veces…sale barato.


En Cuba pocos viajan, la mayoría, personas que, en función de trabajo, visitan otro país para cumplir un contrato. Ese fue mi caso.
Mi primer viaje fue a Guadalajara, México,  en el año 2000.
Todo el que viaja  por primera vez está lleno de expectativas. Desde cómo serán las gestiones  para lograrlo hasta que encontrara en ese viaje. Luego de vencidos los trámites de rigor, llega el  momento: despedirse de la familia, los amigos, compañeros de trabajo y emprender la gran aventura.

Aeropuerto Internacional José Martí
La terminal 3 del  Aeropuerto  Internacional José Martí de La Habana es cálida, llena de familiares que esperan a padres, hijos, esposas o esposos que, por circunstancias del destino se encuentran lejos y están por llegar. Tiene dos salidas de pasajeros y las personas se agrupan como abejas en un panal llenas de emoción esperando a su familiar, desesperados por la espera que, a veces, se hace larga. Adentro, trámites de inmigración y aduana retienen al pasajero minutos u horas que,  a los que están afuera, les parecen eternos.
El aeropuerto tiene tiendas de artesanías, de souvenirs, cafeterías,  pero, generalmente están solas, si acaso,  se ven personas tomando una Bucanero o una Cristal, cervezas emblemáticas en Cuba, para reducir el tiempo de espera.
Llego muy temprano, mi vuelo sale de madrugada, la noche anterior casi no duermo entre preparativos finales y un amanecer todavía de noche. Este viaje será de trabajo, me acompaña una amiga que también ha sido contratada a trabajar en Guadalajara. Eso es bueno, ir acompañado en el primer viaje, los contratiempos y novedades serán compartidos.

Duty free
Después de pasar por inmigración y aduana, bajamos una pequeña escalera y ya estamos a punto de abordar el avión, hay un largo pasillo con pequeños puntos de venta a ambos lados donde el pasajero despistado puede comprar artículos de recuerdo en el último momento. Entramos en una tienda Duty free, muchas botellas de ron cubano, de diferentes marcas, café Cubitas, cigarros cubanos, latas de mermelada y de coco rallado, caramelos, galleticas, perfumes. Generalmente, el pasajero decide comprar algo más para llevar  a personas que verá en su viaje.
Más tienditas que ofertan  libros, DVD de películas cubanas y CD de música,  grabados, llaveros, gorras, playeras, un festín de cosas bonitas de Cuba. Poco dinero, no se puede gastar mucho, a lo mejor, es necesario después para el país a visitar. Cafeterías llenas  de extranjeros acostumbrados a viajar que esperan la salida de su vuelo, se toman cervezas y  bebidas refrescantes, quizás, un sándwich o un dulce acompañado de un café cubano. El ultimo a tomar antes de partir….
Llega el momento, llaman a la puerta de salida, se pasa por el tubo y ya estás en el avión!

Tema relacionado:
El viaje en avión

5 comentarios:

  1. Me alegro que te hayas decidido a compartir el mundo de los blogs.
    Cuando yo salí de Cuba, en la terraza había una persona a la que no he vuelto a ver pero a la que 40 años después sigo considerando una buena amiga.
    Besos

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  2. Claro que la vamos a leer maestra, un abrazo grande.

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  3. Seguro que en este nuevo proyecto que usted ha iniciado, todos saldremos ganando al leer y compartir en este blog.

    Felicidades!

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  4. eres alguien maravilloso, me parece que ya viaje a guadalajara y en especial comeindo antojitos, mexicanos, felicidades amiga, te quiere magaly

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