viernes, 2 de diciembre de 2011

Cuba en la vida de Jorge Negrete

A propósito de celebrarse el Centenario del nacimiento de Jorge Negrete (Guanajuato, 30 de noviembre de 1911 - Estados Unidos, 5 de diciembre de 1953) es oportuno destacar el papel que tuvo Cuba en su vida.
En su juventud fue militar, estudiante de medicina por poco tiempo, estudió canto con Jorge Piersen, comenzó cantando  en la radiodifusora mexicana XETR, después en la estación de radio XEW. En 1935 trabajo en  diversos roles en la Compañía de Revista de Roberto Soto y actuando como centurión romano.

Grenet y Peón, los cubanos que lo lanzan a la fama
Viaja a Estados Unidos donde gana algún dinero  adaptando canciones estadounidenses al castellano ,  fue  mesero en varios restaurantes latinos y en el night club  "Yumurí" fundado en 1936 por el gran músico cubano Eliseo Grenet (1893-1950) en Broadway y  52nd St. Nueva York.
Una noche de 1937,  el cantante del conjunto de baile  de ese lugar no se presento y Jorge lo suple,  debido al éxito de esa modesta presentación es contratado por  Grenet para que cante con su orquesta.
A finales de año actúa en el cortometraje a color de la Warner Brothers musicalizado por Grenet, “Cuban Nights” caracterizando a un trovador cubano.  
Su nombre comienza a sonar y es contratado en México por el director cubano Ramón Peón ( 1897-1971) para actuar en” La madrina del diablo”, su primera cinta.
 Debido al éxito alcanzado,  le siguen otras peliculas que reafirman su profesionalidad.
Negrete en Cuba
Jorge Negrete llego por primera vez Cuba el 3 de enero de 1939. Cantó por las emisoras COCO y CMQ y protagonizó el papel de Danilo  junto a la soprano Lydia de Rivera, en la opereta La viuda alegre de Franz Lehar en el Teatro Nacional (actual Gran Teatro de La Habana). Recorre parte del territorio nacional.
De esa ocasión se guarda aun en la ciudad de  Las Tunas  conservado dentro de un nylon, un vaso  donde bebió un trago de ron Bacardí  tomado en una visita ocasional a la familia Perea Torres .
Su segunda visita a La Habana  a inicios de enero de 1944 produjo una gran conmoción en la Isla,  grandes multitudes lo saludaban en su recorrido hacia el Hotel Nacional donde se hospedó. Concedió numerosas entrevistas.
 La emisora radial Cadena Azul de Cuba le ofreció al  famoso actor cantar en vivo en sus canales radiofónicos en combinación con el Teatro Nacional. El presidente de la República, Dr. Ramón Grau San Martín se entrevista con él y acude al teatro para aplaudirlo.
Se le obsequió un traje de charro que, en lugar de un águila mexicana en la espalda, tenía el escudo cubano bordado en hilo de plata.
 Estaba lejos de imaginarse que regresaría en pocos meses…
Estando de gira por Puerto Rico conoció los destrozos causados en Cuba por el huracán del 18 de  octubre de aquel año. Entonces cambió su itinerario y aterrizó inesperadamente en la Isla para dar una función a beneficio de los damnificados el 27 de ese mes en el Teatro Nacional.
En esa ocasión expresó “El viejo Negrete está aquí hoy- dice desde el escenario- respondiendo a la llamada de este pueblo que tanto quiere”.
Sus palabras son acogidas con emocionada ovación, una niña pone en sus manos una bandera cubana y la Cruz Roja nacional lo condecora.
En breve escala de 72 horas se detuvo en julio de 1949, durante un viaje desde Caracas, cuando  declara para el semanario Carteles: “Ustedes saben bien que no es ni cortesía ni halago decir que considero a Cuba mi segunda patria. Quiero venir cuantas veces pueda; unas veces a pasear, otras a actuar”.
Su última visita a  Cuba fue en  1950, contratado por el Circuito CMQ y una empresa ronera. El presidente Carlos Prío Socarrás lo recibió  en la sede del gobierno.
Fallecido en la cumbre de su carrera en 1953, Cuba le rinde tributo cada año en el Concurso Nacional de la Canción Mexicana. 
 Un jurado presidido por el tenor y director artístico Hugo Oslé, e integrado por otras personalidades, selecciona a los 35 mejores exponentes de la canción mexicana,  comprendidos entre 17 y 35 años, que aspiran a los grandes premios de interpretación:
Jorge Negrete (masculino) y Lola Beltrán (femenino).
Negrete, el supersticioso
Varonil, apuesto, elegante, de carácter fuerte y disciplinado, abstemio, adorado por las mujeres. Estas y otras características identifican al Charro Cantor, como también se le conoce.
Sin embargo, hay una peculiaridad  suya que quizás no sea muy conocida…
En entrevista concedida a José Aurelio Paz por  Raúl Corrales, destacado foto reportero cubano ya fallecido quien en su juventud sirviera como valet a Jorge Negrete en su visita a Cuba en 1944, aflora esta anécdota:
“Antes de salir a escena meditaba mucho en su camerino y luego se persignaba.
Llevaba siempre consigo una bolsita de medallas donde convivían las imágenes de la Virgen del Carmen, la de la Caridad, la de Guadalupe... Jamás la soltaba.
«Recuerdo una vez en que la dejó olvidada yéndose a España. Me telefoneó de inmediato y pidió: Corrales, búscala debajo de la tierra y envíamela urgente, que sin ella no puedo cantar.
Corrí entonces a la carpeta del hotel Sevilla y allí estaba, en un pantalón olvidado. Fui hasta el aeropuerto y se la di al capitán de una aeronave que volaba a Madrid. Para el hombre fue un honor llevar el encargo y me imagino que Jorge debió recompensarle muy bien porque era un hombre muy generoso. Luego volvió a llamar y me dijo: Corrales, ¡ya estoy entero! ¡Tengo en mis manos la bolsa!».”


1 comentario:

  1. Oyeee, que supersticioso era Negrete!

    Es una faceta de la que no conocemos, parece como una exageración, pero cada quien tiene sus excentricidades!!

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