sábado, 12 de mayo de 2012

Tlaquepaque, tierra de artesanos...


Tlaquepaque se encuentra aproximadamente a 30 minutos del centro de  Guadalajara. Algunos autores afirman que el vocablo Tlaquepaque se deriva de Tlacapán: “hombres fabricantes de trastos de barro”,  para otros la palabra  significa: “Lugar sobre lomas de tierra barrial”.

En 1548, el poblado recibe el  nombre de San Pedro, por sugerencia de Fray Antonio de Segovia y durante la colonia y casi todo el siglo XIX, sólo se le conoció con ese nombre, sin embargo, en un decreto de 1904 aparece como “San Pedro Tlaquepaque”.
En 1917 el Lic. Manuel Aguirre Berlanga, gobernador de la entidad, decretó que el municipio se llamara solamente Tlaquepaque. Hoy en día, tras  gestiones ante la Comisión de Gobernación del Congreso local  se aprobó cambiar el nombre de Tlaquepaque a San Pedro Tlaquepaque, como quieren sus habitantes.
Considerado el municipio alfarero más importante de la República, ofrece  al visitante  múltiples lugares atractivos tanto artísticos como  gastronómicos.

Breve descripción
En su centro está el Jardín Hidalgo  que cuenta con un kiosco de cantera, muy cerca está la Parroquia  de San Pedro Tlaquepaque  erigida  por sacerdotes franciscanos y dedicada al santo patrono del pueblo: San Pedro.
Afuera de la parroquia existe una escultura del Papa Juan Pablo II que fue inaugurada en el 2006.
También están el Palacio Municipal y el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad.
El Refugio, cuyo edificio data de 1865, funcionó como hospital hasta 1979 cuando fue adquirido por el ayuntamiento para convertirlo en centro cultural.
El  Museo Regional de la Cerámica fundado en 1954 en una hermosa residencia del siglo XVII y XVIII que fuera propiedad de un rico hacendado y   actualmente alberga  una extensa cantidad de obras de arte hechas en barro con diferentes técnicas. Exhibe además, algunas piezas que han sido galardonadas con el Premio Nacional de Cerámica.
El Parián
De  estructura  rectangular  tiene en su centro un  quiosco rodeado de portales formados por arcos sostenidos por columnas.
 Construido en 1878 y  ubicado en lo que fuera  la plaza principal del pueblo y el mercado. Actualmente cuenta con 18 restaurantes y bares, y ha logrado fama mundial, es una visita obligada para turistas nacionales e internacionales que disfrutan deliciosos platillos tradicionales de comida mexicana mientras escuchan a los mariachis.
También hay bancas de hierro forjado que sirven para descansar o presenciar los bailes de la región jalisciense los fines de semana.

Deambular por las calles de Tlaquepaque es una fiesta para los sentidos, a cada paso el visitante encuentra galerías de arte, múltiples tiendas de coloridas artesanías, esculturas al aire libre de Sergio Bustamante y otros artistas, vendedores de tejuíno servidos en típicos jarritos, sabrosos  churros y botanas: sorpresas que atraen al turista  siempre listo para tomar fotos de  lo que llama su atención.
En nuestro recorrido vimos a un músico ambulante tocando la marimba, lo que daba una nota de alegría al ambiente.
En un local saboreamos exquisitas nieves de garrafa mientras observábamos el proceso de su fabricación.
Frente a él, un artesano callejero exhibía, dibujadas sobre  la acera, bellas flores, la Virgen de Guadalupe y otras figuras. El dinero que recolecta, según su propia expresión, es para comprar los materiales que le permitirán  seguir dando a conocer sus obras a los paseantes.
La calle Independencia, bellamente adoquinada para uso peatonal, es la columna vertebral de este pueblo con casas pintadas de fuertes colores  donde se pueden adquirir pinturas, madera tallada, joyería de plata, cerámicas bruñidas o de color, hierro forjado, cristalería, grabados, repujado,  vestidos hilados y bordados en preciosos diseños y estilos, vidrio soplado, bisutería  y mucho más.
Hay viejas casonas con patio interior y fuente, adaptadas a mueblerías que exhiben juegos de cuarto, de sala y de  comedor decorados  de forma tal que da la impresión que uno está recorriendo una casa habitada.

Con motivo del Bicentenario de la Independencia de México se inauguró un monumento  compuesto por 6 esculturas, obra del artista  Camilo Ramírez titulado “El Grito continúa” que representa la llegada de Hidalgo y Costilla al municipio el 25 de noviembre de 1810, tras haber triunfado en la batalla de Zacoalco.
Las fiestas de San Pedro Tlaquepaque se realizan del 12 de Junio al 12 de julio de cada año.
San Martín de las Flores pertenece a este municipio y pese a estar dentro de la zona metropolitana aún conserva su esencia de pueblo y sus tradiciones. Su fiesta más importante es la Judea en vivo, que representa la Pasión y Muerte de Jesús. Lleva representándose más de 200 años.
Todos estos atractivos turísticos hacen de este lugar, una visita imprescindible  para aquellos que llegan a Guadalajara.

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2 comentarios:

  1. woooow es maravilloso caminar por la noche en San Pedro Tlaquepaque, es un lugar que enamora, tengo tantos recuerdos de ese lugar... y aunque por el momento estoy fuera del pais, ya muero de ganas por ir de nuevo!!

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  2. Hola!
    Bienvenido(a) al blog!
    Espero que pronto pueda volver a visitarnos...
    saludos
    Adligmary

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