viernes, 30 de agosto de 2013

José Ángel Buesa y México

Jose Ángel Buesa era considerado en los años 40 y 50 el  poeta más popular de Cuba. Muchos de sus poemas han sido traducidos en varios idiomas, también han sido musicalizados. Recitados por destacados actores y declamadores, publicados en miles de sitios Web,  hoy en día siguen estando en la preferencia de los latinoamericanos a la par de los de Neruda y Benedetti.
Buesa fue ademas un prolífico escritor de libretos para la radio y la televisión cubanas, novelista y director de programas.
Vivió en México varios años y dejó un legado importante.

José Angel Buesa nace el 2 de septiembre de 1910 en Cruces, pueblo cerca de Cienfuegos, Cuba. Empieza a escribir sus primeros versos a los 7 años, estudia en Cienfuegos y muy  joven se traslada a La Habana, donde se incorpora a los grupos literarios existentes en esa época. Publica sus primeros poemas a los 22 años alcanzando un gran éxito.
Sus temas son el amor, el olvido, el recuerdo y  la muerte. Cautiva al público femenino con sus obras:
La fuga de las horas (1932), Misas paganas (1933), Babel (1936) y  Canto final (1936).
En 1938 recibió el Premio Nacional de Literatura. Su libro Oasis (1943) se reeditó en más de 26 ocasiones, así como Nuevo Oasis (1949).
Paralelamente escribía libretos para las emisoras de  radio RHC Cadena Azul y CMQ  series de misterio, aventuras y programas de todo tipo, también publicó artículos para Bohemia, Diario de la Marina y Vanidades. Al llegar la televisión a La Habana, lo solicitaron para escribir libretos. 

Grabó el disco "Poeta enamorado" en 1959 con la Panart que incluía  poemas de sus libros: Oasis, Nuevo Oasis,  Poeta enamorado y Poemas prohibidos.
Emigra a México en 1961 a raíz de la intervención de la emisora radial cubana CMQ y la cancelación de  todos los programas de humor, entre ellos  La Tremenda Corte, y otros donde el escribía.

Es contratado por la emisora XEFB de Monterrey, como director y escritor de novelas, donde  despliega toda su creatividad y talento.

A mediados de los 60   incorpora a la emisora los episodios de La Tremenda Corte grabados en Cuba que alcanzaron rápidamente  gran popularidad.
Según un articulo publicado por Mariel Acuña y Luis Beiro de República Dominicana: “El éxito del programa hizo que se creara una versión adaptada a la televisión, y tiempo después, Televisión Independiente de México (Cadena TIM) proyectó las primeras transmisiones de la serie en 1966 a través del canal 6 de Monterrey (XET-TV 6), y del canal 8 en el Distrito Federal (XHTM Canal 8), con un espacio semanal de media hora (alrededor de 21 minutos sin comerciales)”. Eran en blanco y negro.
"La Tremenda Corte" fue uno de los primeros programas cómicos televisivos que se exportaron desde México hacia diversos países de América Latina.

En 1968 contrae matrimonio  con la actriz mexicana Juana Ávila Cantú, 25 años más joven que él. Partieron en un periplo por varios países hasta que  llegaron a  República Dominicana. 
Trabajó en Radio Televisión Dominicana, después pasó a la  Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña donde ejerció como profesor de Literatura a la vez que publicaba artículos de temas culturales en el periódico “La Información” y otros.
Falleció el 14 de agosto de 1982.
Está sepultado en el panteón de los cubanos, en el cementerio Cristo Redentor de Santo Domingo.

Para saber

- En 1997, después de mas de 20 años sin ser publicado en Cuba ,  la Editorial Letras Cubanas editó su antología “Pasarás por mi vida”.
Letras Cubanas publica “Nadie sabe por qué” en 2011, compilado, prologado y anotado por Virgilio López Lemus, que fue presentado en la Feria Internacional del Libro de La Habana 2013.

- Hay un libro aún inédito de Buesa: “Maya" que recoge sus impresiones ante las ruinas milenarias de Chichén-Itzá y Uxmal.

Jose Ángel Buesa y su Poesía


Poema del Renunciamiento

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor y, al pasar,
fingiré una sonrisa como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás.

Soñaré con el nácar virginal de tu frente,
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar,
soñaré con tus labios desesperadamente,
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.

Yo te amaré en silencio... como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
—el tormento infinito que te debo ocultar—,
te diré sonriente: «No es nada... ha sido el viento».
Me enjugaré una lágrima... ¡y jamás lo sabrás!

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