jueves, 7 de marzo de 2024

De la Bota al Porrón

Hoy es costumbre servir el vino de una botella a la copa. Durante siglos no fue así, otros recipientes se usaron para  el vino.

Antecedentes

El dos de Marzo de 2023 un artículo científico de la revista Science con el título "Dual Domestications and Origin of Traits in Rapevine Evolution” revela que ya se bebía vino en el Pleistoceno hace 11,000 años en Asia occidental y el Cáucaso.

El consumo de vino se extendió hacia Grecia y Roma donde el vino se bebía mezclado con agua y se conservaba en pellejos de cabra, luego al resto de Europa.

Bota

Una bota es un recipiente típico para el vino y tradicional de España.

Los modelos originales tienen forma de gota o lágrima, bien rectos o con la boca curvada, y están realizados en piel de cabra cosida a mano y recubiertos interiormente de pez, las boquilla son  de asta de toro torneada.  El exterior se confecciona actualmente con otros cueros más baratos o con materiales sintéticos y los brocales son fabricados con materiales plásticos de diversas calidades como baquelita y otros plásticos con calidad alimentaria.

Se emplea principalmente para guardar y mantener fresco el vino, preferiblemente seco. De ellas se bebe directamente y se pueden utilizar para transportar y beber cualquier bebida: vinos, licores, refrescos azucarados con o sin gas, agua, etc.

Botija

La botija o botijo cuenta con miles de años de historia. Su origen se remonta a la Mesopotamia de hace unos 5500 años, cuando se empezaron a desarrollar las primeras técnicas de cocción del barro. Con el transcurso del tiempo, su fabricación fue extendiéndose por otros territorios y civilizaciones hasta llegar a nuestros días.

Típico de la cultura española, está hecho con arcilla, un material cuya porosidad permite que el agua se vaya filtrando poco a poco hacia el exterior, en un proceso que se conoce coloquialmente como ‘agua sudada’. Esta se evapora cuando entra en contacto con el aire exterior. A una temperatura ambiente de unos 30 grados podría enfriar el agua que contiene hasta unos 10 grados en apenas una hora

Botijo en México

Los tonaltecas y otros pueblos prehispánicos hacían variedad de piezas como platos, platones, jarrones, cántaros, cazuelas, ollas, maceteros, floreros y piezas en miniatura.

Los españoles introdujeron la técnica del vidriado en las piezas artesanales y algunos de esos recipientes funcionaron en principio como envases para transportar diversos productos sólidos y líquidos para consumo humano, de manera que formaron parte de la vida comercial, económica y cotidiana, sobre todo entre los peninsulares y sus descendientes. 

Los aguadores tomaban agua de las fuentes para venderla en las casas.

Porrón en Cuba

Antes de llegar los colonizadores los tainos usaban una pasta a base de lodo para crear artículos cotidianos como ollas, platos, etc.

El porrón aparece siglos después con los españoles. Su objetivo era preparar agua fresca para la casa y llevar a las labores agrícolas. A la noche o al amanecer se colocaba el agua de pozo o de manantial dentro por el mayor de los agujeros, pero también se ajustaba un saco en el exterior y se amarraba con soguitas nombradas de corricán.

Los macheteros o cortadores de caña de azúcar aun lo usan en los campos cubanos. Se deben tapar los dos orificios cuando no se usa para evitar la entrada de bichos, alacranes y arañas. Una vez  un machetero que no tomó precaución, tomo del porrón y el agua tenía un alacrán, murió

Para saber

-Los historiadores sitúan el origen ibérico del porrón en el siglo XVIII. Empezó siendo de arcilla para mantener fresca el agua y conservar el vino.

- En Europa durante muchos siglos era habitual que los habitantes de todas las edades bebieran vino o cerveza durante todo el día hasta el siglo XVIII, evitando los excesos.

- En España el botijo más antiguo se encontró en Murcia y tiene 3 mil 500 años. Su diseño es diferente al que hoy día conocemos, ya que su forma es cilíndrica incorporando un pequeño orificio y asa en la parte superior.

-En España existen: Museo del Botijo de Argentona, Museo del Botijo de Toral de los Guzmanes y Museo del Botijo de Villena

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