Toda niña sueña con tener una casa de muñecas, un juguete antiguo que
permanece entre los preferidos de la grey infantil.
A través de varias generaciones, ricos y pobres han alegrado a sus hijas
con este articulo que coleccionistas y
museos desean tener en su catalogo.
Casa de Muñecas
Aunque se han encontrado vestigios de casas de muñecas en la Antigüedad, éstas proliferaron como “casas de bebés” en la Europa del siglo XVI. Privilegio de las familias adineradas, tenían habitaciones en miniatura construidas con todos los detalles arquitectónicos, amuebladas y llenas de objetos domésticos en miniatura.
Con la Revolución Industrial, se
empiezan a fabricar juguetes en serie, incluyendo casas de muñecas de madera y
sus accesorios. Las marcas más relevantes son alemanas, británicas y estadounidenses.
Después de la II Guerra Mundial, las casas de muñecas empiezan a fabricarse en
serie de forma masiva, reduciendo costos y permitiendo que la mayoría de las
niñas de países occidentales puedan tener su propia casa a partir de los 50.
Mi casa de muñecas era compacta, de metal, con dos pisos y varias
habitaciones. Todas las personas, mobiliario y artículos eran de plástico.
Actualmente las hay de plástico, de madera que son más respetuosas con el medio
ambiente, y en miniatura para
coleccionistas.
Casa de Muñecas hoy
Las casas de muñecas modernas incluyen muebles, personajes y múltiples accesorios.
La Empresa Mattel creadora de la Barbie, predomina en el mercado aunque también hay otros productores.
En México se
fabrican muebles de madera pequeños para casas de muñecas, que no solo son más
baratos sino es un bonito recuerdo de artesanía mexicana para los turistas.
Curiosidades
- Las primeras casitas de muñecas constaban de una sola habitación, que era
precisamente la cocina, porque la familia solía reunirse en esta habitación.
- En Alemania se pusieron de moda las casas que se abrían por el techo, hecho que
dificultaba la tarea de jugar. Fue a comienzos del siglo XX cuando un juguetero
llamado Christian Hacker fabricó casitas de apariencia más real, con jardines y
tejados que copiaban las formas de las casas inglesas.
- El Museo Nacional de Ámsterdam, Países Bajos, y el Museo del
Juguete de Núremberg , Alemania, tienen una colección de casas de muñecas.
“La casa de las miniaturas” (2014) es una novela de la escritora inglesa Jessie Burton.
Resumen: Un día de otoño de 1686, una joven de 18 años llama a la puerta de una casa señorial en el barrio más acomodado de Ámsterdam. Nella Oortman se ha trasladado del campo a la ciudad para convivir con su marido, Johannes Brandt, un hombre maduro y distinguido comerciante que habita en la mansión en compañía de su hermana soltera y rodeado de fieles servidores. Como regalo de boda, Johannes obsequia a su flamante esposa un objeto muy de moda entre la gente pudiente de la época: una réplica de su propia casa en miniatura, que Nella deberá poblar con las figuras creadas por una desconocida miniaturista que ha encontrado por azar…
La casa de muñecas más cara del
mundo está valorada en 7,8
millones de euros. La artista
estadounidense especializada en miniaturas Elaine Diehl y un grupo de artistas
de todo el mundo tardaron 13 años en diseñar y decorar cuidadosamente cada
estancia en los años 70 y 80.
Astolat es un castillo de siete
pisos que mide tan solo dos
metros y medio en total, y cada una de sus 29 estancias, a las que hay que
sumar una torre concebida para un mago, ocupa solo unos pocos centímetros
cuadrados. Alberga una exclusiva colección de 10.000 artículos, algunos de oro,
plata o lapislázuli. Solo la cubertería de plata del comedor está valorada en
5.000 dólares.
El nombre de este castillo está inspirado en “La dama de Shallot”, un poema del siglo XIX que narra la historia de Elaine de Astolat. El personaje aparecía en las leyendas del Rey Arturo y moría de amor por Sir Lancelot, que no la correspondía.
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