Barbijo, mascarilla, tapabocas, cubrebocas o nasobuco es el nombre que recibe el accesorio que ahora
es parte del paisaje cotidiano.
Su uso a nivel mundial tiene como objetivo prevenir el contagio del
COVID 19.
Apuntes cronológicos
El primer hecho relacionado con usar un cubrebocas como protección surgió durante
la peste bubónica en la Edad Media cuando los doctores europeos incluían en su
vestuario una mascarilla en forma de pico de pájaro que contenía hierbas
aromáticas para proteger al portador de los olores mortales de los miasmas.
A mediados del siglo XIX, la identificación de los microbios permitió
elaborar “teorías de los gérmenes” para explicar los mecanismos de infección.
En
1890, las mascarillas aparecieron en las salas de operación.
En 1912 se usaron mascarillas en la epidemia de Manchuria, innovación que introdujo Wu Lien Teh
(1879-1960), un joven doctor nacido en Malasia y formado en Cambridge que
aseveraba que los gérmenes se transmitían por el aire.
Durante la gripe española entre 1918 y 1920 que causó millones de muertos
en Estados Unidos se impuso el uso de la mascarilla a tal punto que el que no lo hacía iba a la
cárcel.
En esa época los japoneses comenzaron a usarla y se quedó como medida
protectora para las personas que tenían gripa y no querían infectar a otras.
Con la epidemia
SARS (Síndrome Respiratorio Agudo
Severo) en 2003 y luego la influenza
H1N1 en 2009, su uso se hizo masivo. La
utilizan además para prevenir la alergia al polen y en muchos casos por estética como parte del
vestuario o como medio de distanciamiento social.
La pandemia del COVID 19 que ya ha contagiado a más de 13 millones de personas
y ha causado más de 550.000 muertes alrededor del mundo, cambió los hábitos de
todos y el uso del cubrebocas comenzó a popularizarse en todos los países como
una medida de protección.
Uso del Cubrebocas
Hay distintos tipos que van desde los profesionales para el personal
de la salud hasta los hechos de tela. Las más usadas por la población son las
mascarillas quirúrgicas.
Un cubrebocas bien ajustado debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla, con
ajustes alrededor de las orejas para asegurar que no quedan brechas a los
lados. Los pliegues del tapabocas deben ir hacia abajo para permitir el
desplazamiento hacia el mentón y cubrirlo completamente.
Se debe evitar tocar el tapabocas mientras se usa y, si se hace,
lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Las mascarillas quirúrgicas no son
reutilizables ni se pueden reciclar. Deben desecharse en contenedores cerrados.
Cubrebocas y Epidemias en Cine y TV
-“Infectados” (USA, 2009) directores: Àlex Pastor y David
Pastor
-“Contagio” (USA, 2011), director: Steven Soderbergh
- “Virus” (Corea del Sur, 2013),
director: Kim Sung-su
-“Pandemia” (USA; 2020) (Serie de TV), director: Doug Shultz
-“Pandemia: Covid-19” (USA, 2020)(TV). Documental de Discovery Channel
Cubrebocas Originales
Los artesanos mexicanos son conocidos en el mundo por sus obras. En esta
época de coronavirus la creatividad ha dado paso a cubrebocas bellos y
originales.
Las mujeres rarámuri , una comunidad que se asienta en la Sierra Madre
Occidental, al norte de México, crearon una empresa textil llamada Sinibí Jípe
(Siempre Hoy) y lograron un contrato en
junio con la aerolínea Volaris para surtirle de cubrebocas bordados con tela que tiene repelente de fluidos, agua y
aceites, es antimicrobiana, antibacteriana, reutilizable y un espacio para un filtro que la empresa
aérea distribuye en los vuelos nacionales, con la distinción de que van
acompañados con el nombre y la foto de la artesana rarámuri que lo elaboró.
- La startup japonesa Donut Robotics presentó la C-Mask, una mascarilla fabricada con
un plástico flexible, que se parece a muchos de los modelos actuales pero que
suma tecnología bluetooth para vincularla al celular o a una tablet.
Al "conectarla" permite transcribir lo que dice el usuario, hacer llamadas,
enviar mensajes y amplificar la voz. Además, la C-Mask incluye un traductor de
ocho idiomas, incluyendo el español.
La empresa vietnamita ShoeX lanzó una línea de cubrebocas con olor a café. La
mascarilla cuenta con tejidos de fibras
de café, es reutilizable, biodegradable y debido a que contiene dos capas de
protección evita el contacto con bacterias, además ofrece protección contra los
rayos UV.
En la descripción del producto, mencionan que un sólo cubrebocas se puede usar
por 30 días, y cuenta con tecnología antibacteriana del 99.99%.
Se asegura que produce relajación en el portador.
Para saber
Se ven más cómodas que las mascarillas: al no estar en contacto directo con la nariz y la
boca se hace más fácil respirar, hablar, dan menos calor y, definitivamente,
son menos claustrofóbicos.
Reducen la potencial auto
inoculación, ya que evitan que el
usuario se toque la cara.
A diferencia de los cubrebocas no hace falta quitárselas para facilitar la
comunicación, pueden reutilizase indefinidamente si no están averiadas, y
limpiarse fácilmente con agua y jabón o desinfectantes comunes.
Si las vamos a usar, lo más
importante a tener en cuenta es
"cuán lejos el protector se curva para cubrir las orejas (si queda un
espacio los aerosoles podrían entrar por esa vía y provocar una infección) y
qué tanto se extiende por debajo (para protegernos de los aerosoles flotantes
que podemos inhalar bajo el protector) y que no quede un hueco en la parte
superior, donde el visor se apoya sobre la frente, para reducir el riesgo de
exposición a las gotas o aerosoles que pueden caer desde arriba , según BBC
Mundo.
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